Resident Evil ya era todo un éxito.
Millones de personas en todo el mundo se frotaban las manos pensando
en lo que podía dar la saga de si en las consolas de nueva
generación (Dreamcast y PS2 en aquella época).
Resident Evil: Code Veronica fue el
titulo de lanzamiento para las consolas de 128 bits, y la verdad y
no decepciono en absoluto, convirtiéndose en uno de los mejores
juegos de la saga, gracias a su lograda historia, su espectacular
apartado gráfico y su larga duración.
Con unos escenarios completamente
poligonales que, sustituían a los ya clásicos prerrenderizados,
capcom nos ofreció uno de los mejores juegos de toda la saga.
Primero en Dreamcast en el año 2000 y un año mas tarde en PS2, nos
encontraríamos con una dignisima secuela que, sin llevar ningún
numero detrás del nombre si que encajaría perfectamente con la
trama de la segunda y tercera parte.
Claire Redfield, se encuentra en las
oficinas de Umbrella situadas en Francia, una pista de su hermano
Chris la llevado directamente hacia allí. Pero en lugar de
reencontrase con el, nuestra pelirroja preferida es secuestrada y
trasladada a la Isla Rockford, propiedad de Umbrella, con el
propósito de acabar con su vida.
Pero el terrible Virus-T es
misteriosamente liberado y comienza a apoderarse poco a poco del
lugar. Claire una vez mas tendrá que luchar por su vida, mientras
somos testigos de como la corporación Umbrella cada vez esta mas en
caída y de que Albert Wesker no murió en el primer Resident Evil,
esta vivito y coleando y es socio de los Ashford, una de las familias
fundadoras de la maldita corporación farmacéutica.
Hacia la mitad del juego, Chris gracias
aun mensaje enviado por Leon, se introduce en Rockford para poder
liberar a su hermana...¿conseguirán encontrarse los hermanos?
Code Veronica nos ofrecía lo mismo que
los anteriores Resident Evil, pero multiplicado por diez. Seguíamos
teniendo zombis (la marca de la casa), puzzles, arañas, hunters,
conoceríamos una nueva especie de BOW llamada, Bandersnatch, pero
también, tendríamos jefes finales, algo que prácticamente desde el
primer juego, no pasaba.
Sus escenarios eran de lo mas variados:
un cementerio, una base en la Antártida, una prisión, una inmensa
mansión.... todos ellos muy ricos en detalles para poder provocarnos
autentico miedo mientras, como siempre, una escalofriante melodía
consigue ponernos los pelos de punta, y es que, con permiso de
Remake, nos encontramos ante el RE mas terrorífico de toda la saga.
Para ir acabando poco mas se puede
decir de este juego que no sepamos ya, no solo es uno de los mejores
Resident Evil, también es uno de los mejores survival horror de toda
la historia, con grandes momentos que, sin llegar a pasar miedo del
todo (no es Silent Hill), si se nos quedaran grabados en la memoria.
Si ademas le sumamos una duración mas que aceptable, buenos puzzles
y una historia que te mantendrá pegado desde el primer momento, nos
encontramos ante la formula perfecta, esa que por desgracia, parece
que los de capcom se han querido olvidar de ella.
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